El 16 de diciembre pasado los diputados de la provincia aprobaron la Ley Provincial de Ordenamiento Territorial en base a la Ley Nacional de Bosques (26.331 de noviembre de 2007). El ordenamiento territorial está siendo manipulado por el poder político empresarial, obviando a las comunidades indígenas y campesinas, su historia ancestral y economías regionales sustentadas en los bosques y selvas de la provincia de Salta. La ley impulsa aún más la expansión de la frontera agrícola poniendo en peligro además la biodiversidad de la provincia y con ello, la ya vapuleada supervivencia de las pequeñas comunidades que viven del monte.
Los cinco artículos que modificaron el proyecto de ley original, también cuestionado por las comunidades indígenas y campesinas, enviado por el Poder Ejecutivo, echan por tierra cualquier posibilidad de preservación de los bosques, planificando la eliminación de una superficie de 5.000.000 hectáreas. Esto significa que lo poco que queda del bosque seco de llanura en pie, será sustituido por soja y jatrofa. La ley es inconstitucional, pues por ejemplo, el art. 30 prorroga por tres años más los permisos para desmontar. Además, la conservación de las coberturas boscosas en las cuencas hidrográficas y riberas de los ríos son reducidas significativamente.
Las comunidades campesinas denuncian que el proyecto “va a ser responsable directos del desastre ambiental en nuestra provincia”, dado que permite deforestar incluso en superficies con pendientes, aumentando gravemente el riesgo de erosión. Este es el proyecto del complejo sojero, elaborado por el Senador y productor de soja más poderoso de Salta, Alfredo Olmedo quien ha coseguido imponer sus intereses a los planteamientos técnicos (según informó el Nuevo Diario de Salta, 12-12-2008) . Según los plazos establecidos, el gobernador Juan Manuel Urtubey tiene hasta el 31 de diciembre para ratificar o vetar la ley de ordenamiento territorial sancionada por la Legislatura Provincial.
Al mismo tiempo crecen la desnutrición, las muertes por hambre, el hacinamiento en las villas miseria en los cordones urbanos y la proliferación de enfermedades derivadas de la pobreza. La conversión del uso de las tierras ha tenido además como consecuencias inundaciones y sequías agudas, consecuencia del cambio climático que se hace cada vez más notorio.
En un documento enviado al Nuevo Diario de Salta, las comunidades afectadas indicaron que “la complicidad del poder político y empresarial podrán seguir haciendo negocios con nuestros recursos naturales. Pero que les quede claro que vamos a seguir nuestra lucha en defensa de nuestras familias de nuestra tierra y nuestro monte y que nunca nos van a ver de rodillas y menos vencidos”.
Ayude a comunidades indígenas wichi y de pequeños campesinos de Salta evitar que continue la destrucción de los bosques argentinos y con ella de poblaciónes y biodiversidad, escriba al gobernador de la provincia y pídale que vete la ley el próximo 31 de diciembre y que de así un paso decisivo para detener la aniquilación.
